Bienvenidos

Bienvenido. Quiero darte la bienvenida a mi blog en el que comparto mi experiencia en Marketing y Gestión de Ventas, profundizando en los recientes avances en Social Selling. Agradeceré comentarios, puntos de vista y cualquier otro feedback que me ayude a mejorar, y hacer de este sitio un lugar de encuentro y referencia.

Técnicas de venta. El coste de una llamada.

sábado, 27 de febrero de 2016

Con la llegada de períodos de cierre, es habitual que los equipos comerciales hayan ido avanzando en las diferentes tareas que les son propias, y que aparezcan operaciones que estén cerca de ser alcanzadas, o quizá no tanto, pero que pueda parecerlo al albur de algún dato o del feedback transmitido por el cliente.

Una inmensa mayoría de empresas, al alcanzar la situación anterior, opta, en principio puede que acertadamente, por aplicar medidas que precipiten el acuerdo, aumentando la presión sobre el profesional, al cual, por regla general, no le va a quedar otra que transmitir dicha presión hacia el cliente.


Así que llamamos al cliente, pero... ¿qué le decimos? ¿Qué a los superiores no les cuadran las gráficas de crecimiento con respecto a las del año pasado? ¿Que se ha caído una operación en Zaragoza, a ver si nos haría el favor de compensarla? ¿Que faltan 100.000 € para alcanzar el tramo 1 de comisiones, y así podemos comprar un regalo a los niños?

El cliente lleva su ritmo de compra, generalmente muy bien definido, y no podemos obviar su ciclo, ni querer forzarlo simplemente porque las señales sean buenas. Hemos de conocer los mecanismos, e integrar los dos puzzles, los que dirigen nuestros períodos de venta y los que rigen los de compra del cliente.

De cualquier otra manera, la precipitación provocará una respuesta de compensación por reciprocidad, más o menos explícita, cuya concesión no asegura la venta, no al 100%, porque el cliente, con nuestro ofrecimiento, por seguro económico, seguirá su ciclo de compra interno, y edificará su proceso final de negociación desde la nueva situación.

Solución, sencilla. Las empresas debemos, siempre, intentar cumplir nuestros objetivos de venta, pero en períodos de estudio suficientemente amplios, adecuados a la filosofía del negocio, evitando transmitir sobre el cliente situaciones que le son ajenas. El trabajo, además, debe ser riguroso, transversal y solidario a toda la organización, y la comunicación con el cliente, amplia, desde la colaboración, como corresponde a los tiempos que corren, estando toda la cadena al tanto de los pasos a realizar.

De lo contrario, si tan importante es cerrar una operación diez días antes o después, la más simple de las llamadas se va a traducir en miles y miles de euros, no sólo por la concesión de un descuento, que resultaría incluso pertinente, sino por las consecuencias que se transfieren a toda la organización (reducción de rentabilidad, previsible disminución de calidad, desviaciones futuras, etc.).

Además, el ejercicio financiero que subyace en toda esta diatriba se soluciona también fácilmente, como tantas otras veces hemos comentado, con una actividad de dimensión estadística suficiente. Una y otra vez se ha de insistir en que toda la empresa debe trabajar como un músculo de venta, siendo mucho más fácil cuadrar resultados en entornos de análisis de escala que en sistemas excesivamente discretos o puntuales.

Y, por cierto, en más de quince años de profesión, nunca he conocido un solo cliente que desee que sus proveedores pierdan dinero.

diatriba

Del fr. diatribe, y éste del gr. διατριβή diatribḗ 'debate'.

1. f. Discurso o escrito acre y violento contra alguien o algo.

© Real Academia Española

En busca del talento comercial

lunes, 22 de febrero de 2016


Si nos adentramos este año en el apasionante universo de los Recursos Humanos, sin duda la palabra clave va a ser "talento", en toda su amplitud y en toda su variedad. Tras un período de alta volatilidad laboral, las empresas han estabilizado su rumbo, y se han centrado en ser más competitivas, y competentes, dedicando esfuerzo a identificar sus capacidades internas y rentabilizarlas.

Pero ser competitivo y competente son sólo variables sencillas de la ecuación, y, tratando siempre de encontrar un aspecto diferencial, sería necesario preguntarse si es posible detectar, algún elemento inadvertido que permita incrementar el valor aportado, convirtiendo a las personas en activos de negocio; el talento como verdadera revolución.

Pero, ¿qué ocurre a nivel comercial? ¿Se verifica esta tendencia? ¿Están las empresas interesadas en detectar talento dentro de los equipos comerciales y aplicarlo a sus metodologías de trabajo? ¿O seguimos más bien considerando al comercial desde una visión excesivamente clásica?

Adelanto al lector que la respuesta, a priori, a esta pregunta es bastante desalentadora. De hecho, si salimos de corporaciones claramente reconocibles, y muy maduras en su filosofía comercial o de gestión de personal, la gran mayoría de organizaciones está aún muy lejos de abordar un cambio cualitativo en su gestión comercial, y se centra en encontrar talento en aspectos relacionados principalmente con el producto o servicio.

Las empresas han de ser conscientes de que la venta es, en sí, una responsabilidad corporativa, no personalista, y que la plantilla comercial está evolucionando y tiende a formar parte del perfil administrativo, necesitando, por tanto, profesionales estables dentro de nuestra organización, con estándares similares a otros perfiles.

Para que nos hagamos una idea de la importancia de este cambio, hasta el clásico factor de la retribución variable está conceptualmente en vías de extinción, cobrando cada vez más fuerza sistemas de retribución más tangibles que permitan asegurar la continuidad del trabajador, afianzar su compromiso, su vinculación a la firma y, consecuentemente, retener y estimular su talento, lo cual ayudará indudablemente a mejorar resultados.

Para finalizar, como anécdota, participaba, recientemente, en la selección de un consultor de preventa, y uno de los candidatos comentaba que no querría nunca ser comercial, porque, en su dilatada experiencia, siempre acababan despedidos de las organizaciones. Esta reflexión, tiene, desde luego, muchas lecturas y dimensiones, pero, en la que nos ocupa hoy, será muy difícil detectar y fomentar talento comercial si seguimos considerando al vendedor como un elemento tan volátil dentro de la estrategia empresarial.

talento

(extracto de la definición)

2. m. Aptitud (capacidad para el desempeño de algo).

3. m. Persona inteligente o apta para determinada ocupación.


© Real Academia Española

Social Selling. El futuro ya ha llegado.

miércoles, 17 de febrero de 2016


Decía Arthur C. Clarke que "el futuro ya no es lo que solía ser". Hace unos años, en este mismo espacio, adelantábamos que las tendencias que parecían ser simplemente un tema pasajero, o de ocio, llegaban y llegaban para quedarse. También vislumbrábamos que dichas tendencias se convertirían, más tarde o más temprano, en parte activa de nuestros modelos de negocio, ya fueran B2C, B2B, B2B2C, o cualquier otra combinación que quisiéramos plantear.

Como en su día le pasó al fax con el e.mail, o al módem con el ADSL, o al teléfono fijo con el teléfono móvil, las redes sociales se han convertido en una herramienta indispensable para el trabajo diario; la información está viva, y está en la red, con lo que a la venta tradicional, la venta social la está adelantado por la izquierda, y para bien.

Situación de partida.


En la actualidad, prácticamente es anacrónico que alguien nos visite a puerta fría o nos llame por teléfono, salvo que lo conozcamos previamente, para ofrecernos cualquier producto o servicio. Se estima que el éxito de contacto, que no de venta, de una llamada fría apenas alcanza el 10%.

El vendedor de maletín que desplegaba folletos y nos contaba todo su portfolio, indagando para encontrar algún proyecto que ofrecer, tampoco está pasando por su mejor momento. Casi todos buscamos un planteamiento más fresco, novedoso, cercano, etc. En definitiva, una perspectiva diferente.

La interacción entre Marketing y Comercial se ha vuelto, si cabe más íntima, y las funciones de Marketing de batalla, si se me permite la expresión, se están balanceando y extendiendo hacia todos los departamentos de cualquier compañía, como debería ser, por otra parte.

El proceso de venta ha cambiado


Como consecuencia, aunque la venta siga estructurada en fases y compartimentos, se deben de tener en cuenta algunos datos importantes.

1. Las empresas son más participativas. Disponemos de más información, con lo que la figura teórica del "decisor", si bien sigue existiendo se diluye en el entorno de colaboración, aumentando el número de personas que influyen, de una forma u otra, sobre el proceso de venta.

2. El proceso de venta se desencadena previo al contacto con un vendedor. Los clientes nos siguen en Twitter, en Linkedin y, si es necesario, hasta en Flickr, y no sólo buscan información corporativa clásica, sino referencias, casos de éxito o incluso vislumbrar cómo será el proceso de relación personal.

3. La venta se ha vuelto social. Más allá, multidimensional, como la red en sí misma, debiendo manejar no sólo los tiempos clásicos de la venta (desde la prospección al cierre), sino un nuevo conjunto de sensibilidades que se han venido incorporando al binomio cliente-proveedor.

¿Qué debemos hacer?


Parafraseando a mi admirado amigo, Mago More, la clave está en estas tres siglas: M.E.C. (Mueve El Culo).

Introducirse en redes sociales es algo sencillo, y natural, como en su día demostró ser enviar un correo electrónico o poner ADSL en casa; la información es muy valiosa, y esto lo sabemos a nivel empresarial desde que damos nuestros primeros pasos profesionales. Pero esta vez está ahí, está a disposición de todos (sí, también de nuestra competencia, que ya la está usando, por cierto), es muy detallada, y está actualizada.

Dice la consultora Forrester que lo que realmente nos distingue de nuestros competidores no es nuestro producto, ni nuestro precio, sino nuestras prácticas, y, probablemente, la mejor manera que tenemos actualmente de que nuestros clientes potenciales conozcan cómo somos realmente no está ni en las referencias ni en los casos de éxito, sino en quién hay detrás. Ahí reside, hoy, el verdadero valor.

red social

1. f. Plataforma digital de comunicación global que pone en contacto a un gran número de usuarios.

© Real Academia Española

Lo más importante en la vida

lunes, 15 de febrero de 2016

"En la vida, lo más importante es que lo más importante sea lo más importante."

(Stephen Covey)


Comenzamos esta nueva etapa, interrumpida por múltiples compromisos personales y profesionales, recordando a Stephen Covey, un referente en el mundo empresarial en diferentes disciplinas, desde la motivación hasta las técnicas de venta.

Covey dejó un legado inmenso de conferencias, entrevistas y material de estudio, donde siempre destacará el libro que le catapultó a las más altas cotas de la cultura ejecutiva: "Los siete hábitos de la gente altamente efectiva".

La frase que encabeza esta entrada, sin embargo, está rescatada de un video (conferencia) del también genial Víctor Küppers, donde se resume de forma magistral la filosofía del maestro Covey, y donde también se desgranan algunas ideas más que interesantes sobre motivación.

No encuentro mejor manera de recuperar el pulso de este espacio web, abordando una de las características que mejor deben definir a cualquier profesional, y particularmente a los vendedores, su actitud.



Por cierto, este video yo lo haría de obligada visualización para cualquier trabajador, al menos una vez al mes.

 
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